viernes, 14 de mayo de 2010

Hola, y bienvenido (a).

Desde pequeña siempre me llamó la atención la visión que se tenía de la ciencia. Era fría, cuadrada.. casi algo que no era una creación humana, a diferencia de las artes y humanidades. Las personas que se dedicaban a ella estaban "incompletas", debían hacer algo más que eso, fuera del área... sin embargo, aquellas dedicadas a sus intereses artísticos, podían hacerlo en forma completa, y era bien visto, hasta encomendable.

¿Pero por qué? Esta pregunta me seguía. La ciencia es una creación tan humana como cualquier otra, ¿qué la hace así de diferente?. Requiere disciplina, requiere intuición, conocimientos previos, ideas brillantes, muchas horas de trabajo. Pero las artes y humanidades también. ¿Es el lenguaje en que se comunica? Quizás... para mi, comprender el significado de una función fue más complicado que agarrar un pincel.

Pero las razones que sean, la ciencia no es algo independiente de nosotros, existe porque nosotros trabajamos día a día para expandirla, en nuestra constante curiosidad sobre lo que nos rodea. No viene de otro mundo... nace del ser humano.

Las maravillas que vemos en el día a día adquieren explicación gracias a personas que han trabajado en ella:

¿Cómo los hijos salen parecidos a sus padres? Hay una compleja molécula llamada ADN, que contiene la información genética de toda una persona, cuya variabilidad es inmensa, dando lugar a las diferentes personas en el mundo, y se transmite de padres a hijos

¿Qué son las enfermedades? Pequeños organismos, invisibles al ojo humano, poseen diferentes efectos sobre nosotros, ya sea directamente o por medio de toxinas

¿Por qué al columpiarse, uno se queda suspendido en el punto más alto, inmóvil, antes de cambiar de dirección? Es donde toda la energía cinética (movimiento) es convertido a energía potencial, dando la sensación de inmovilidad en el aire.

Por cada pregunta realizada, uno trata de encontrar una respuesta. Es lo natural, somos curiosos. La ciencia permite responder actualmente una gran parte de ellas, y hace surgir muchas más incógnitas aún. Requiere perseveración, arduo trabajo, y mucho tiempo invertido. Pero los tesoros que encontramos en el camino bien valen la pena, tanto como un cuadro de Monet, una pieza de Mozart, una obra de Shakespeare.

1 comentario:

  1. Me parece interesante tu propuesta y creo que pasaré seguido por acá. Veré si aporto con alguna opinión, comentario a la altura. Sigue así.

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