miércoles, 5 de enero de 2011

Referencias

Algo importante que se debe siempre recordar a la hora de explicar tal y tal cosa a otra persona, es la fuente de nuestra información.

¿Alguna vez intentaron el juego del teléfono cuando pequeños? Consistía en transmitir en cadena, de persona en persona, susurrando, un mensaje. Y por lo general, lo que le llegaba a la última persona nunca era igual al original.

Es natural que la información se desvirtúe en el traspaso, muchos factores afectan la operación: si uno lee algo, toma la información de cierta manera, y luego al querer comunicarlo traspasa lo que se piensa que se entendió. Quizás nuestra explicación no sea la más adecuada ni completa, y ciertos aspectos quedan oscuros, aspectos que podrían ser esenciales. La otra persona toma este mensaje pensando en lo que el otro quiso decir, a la luz del conocimiento que posee, y de lo que efectivamente logró escuchar. Sumemos varias personas diferentes, en diferentes grados de comunicación, ya sea en serie o en forma paralela, y tarde o temprano algo cambia.

Si encontramos una información que queremos entregar, debemos también publicar nuestra fuente, para que los que nos escuchan tengan la posibilidad de leer la información original, y lograr un mejor entendimiento de ella, más cercano a la idea inicial, permitiendo realizar críticas según sus propios conocimientos. Al poder comprobar su origen, también nos cercioramos que lo que leemos o escuchamos es efectivamente lo que dice. Por otro lado, el texto general muchas veces no cita todos los detalles, por problemas de espacio o facilidad de lectura, por lo que citar la fuente es imprescindible para aquellos que quieran o necesiten ahondar más en el tema.

Según este post en VeoVerde, un estudio realizado por Shiming Li concluye que el té "una vez que ha sido procesado y después embotellado suele perder la mayoría de todos los beneficios saludables que presenta cuando uno toma el té directo desde la bolsa a la taza". Luego señala que el estudio comprobó la pérdida de polifenoles en la modalidad embotellada.

Debido a que no tenemos la referencia directa del estudio, no es posible determinar el mérito investigativo y científico del estudio (comprobar las condiciones y parámetros experimentales, la metodología seguida, la rigurosidad con que se realizan los ensayos, los resultados obtenidos y cómo extrae conclusiones a partir de ellos a la luz de la bibliografía presentada). Pero existen ciertas cosas que sí podemos preguntarnos al respecto:

  • La expresión "suele perder" podría significar que pierde absolutamente todo, o sólo una parte (incluso pequeña que puede ser desestimada) de lo que estamos midiendo. Esto muestra la importancia de tener número en la mano a la hora de explicar a qué nos referimos.
  • El "suele" significa que los resultados no siempre resultaron menores, por lo que nos debemos preguntar ¿cuántas veces ocurrió esto? ¿cuál fue el total de muestras analizadas? ¿porqué en algunos casos no ocurrió el efecto esperado? ¿ocurrió en todos los parámetros medidos, o solo en algunos? ¿ocurrió siempre en los mismos parámetros, o hubo una combinación de ellos?. Junto con un análisis estadístico, estas preguntas nos ayudan a revisar los protocolos de análisis y encontrar posibles errores en la metodología o en la realización de los experimentos.
  • ¿A qué se refiere con "beneficios saludables"? Este término resulta ser muy amplio y poco definido, por lo que muchas cosas podrían tener cabida. Es importante saber los beneficios en forma exacta, de manera de poder ser cuantificados.
  • Un párrafo del post hace referencia a los polifenoles, dando a entender que se tratan de la causa de todos los "beneficios saludables" del té. Pero sin el texto original, no puedo saber certeramente que eso fue lo único que se midió en el estudio.. ¿Habrán más parámetros analizados? ¿cuáles fueron los métodos utilizados para medirlos? ¿en qué condiciones?.. ¿en qué se baso el autor para medir ese (y quizás otros)?. La referencia bibliográfica y la exposición del autor sobre el tema cobran importancia.
  • Nuevamente, sin el texto original, no podemos saber las condiciones de las botellas. ¿Cuánto tiempo estuvo el té embotellado? ¿una semana? ¿un mes? ¿un año?... ¿qué tipo de botella, color, material? ¿las condiciones de almacenamiento de las botellas?
  • Si el autor hace sus propias muestras, ¿habrá comparado estos resultados con botellas comerciales?.

La falta de datos y la escasa información que se provee no permite obtener ningún tipo de conclusión: muchas otras observaciones pueden hacerse debido justamente a esto. Quizás el estudio se remite a señalar la oxidación que sufren los polifenoles debido al efecto de la luz al que las botellas pueden estar expuestas, quizás el estudio tiene una pobre metodología y los resultados son inservibles, o puede ser que la observación de la diminución en la concentración de polifenoles no sea parte integral del estudio.

Como sea el estudio, o a lo que nos enfrentemos, siempre debemos ir a la fuente de la información, y citar apropiadamente lo que usamos, para impedir problemas de comunicación, errores propagados, y tener una idea más clara de lo que pasa.