martes, 12 de abril de 2011

A 50 Años del Primer Vuelo Tripulado


Hace 50 años, Yuri Gagarin se convirtió en el primer hombre en salir al espacio, orbitando la Tierra por 108 minutos en su nave Vostock I, como fruto de la carrera espacial entre Estados Unidos y la entonces existente Unión Soviética.

Hoy podemos admirar otros logros alcanzados, como el transborador espacial (cuto programa termina este año, oficialmente), el telescopio espacial Hubble, sondas no tripuladas como las Mariner y las Voyager, y claro, la llegada del hombre a la Luna, por sólo nombrar algunas cosas.

La investigación y la exploración del espacio no debe ser necesariamente pensada en si nos retribuirá algo específico, en especial para los problemas que nos afectan hoy,sino también como el símbolo del valor y curiosidad humanos, el llegar más allá de nuestras limitaciones, y poder actuar todos nosotros como un sólo cuerpo unido ante la inmensidad y vastedad de lo que se encuentra allá afuera, enfrentado nuetro temor a lo desconocido en cada paso que damos.

jueves, 10 de marzo de 2011

Algo sobre las Vacunas

Mientras caminaba por Valparaíso, el titular de un diario captó poderosamente mi atención, y luego de revisar más cercanamente de qué se trataba, decidí llevarlo para una lectura más amplia.

El titular en cuestión es "Las vacunas son peligrosas, y nunca debería ser inyectadas en nadie por ninguna razón", de la publicación mensual "El Guardián de la Salud", en su edición de Marzo 2011, Nº83.

Son realmente palabras poco afortunadas, no sólo porque (y de forma más importante) sea una aseveración completamente falsa, sino por la baja en el porcentaje de vacunación infantil que se experimenta año tras año. Este tipo de afirmaciones son completamente sensacionalistas, aprovechándose del temor natural que las personas sienten cuando alguien grita fuego.

Luego de leer el artículo, publicado en la página 5, existen una serie de puntos que me gustaría tocar:

1. Existe un apartado al comienzo que dice "Traducción por Andrea Santander". Esto implica la obtención del texto, en otro idioma, en otro lugar, realizado por otra persona. Uno podría asumir que el texto original es de la Dra. Suzanne Humphries, siendo la redacción en primera persona del texto el principal indicador, pero eso no se indica en ninguna parte del artículo. De hecho, no se indica siquiera la fuente original o cualquier mención de ella. Esto nos hace dudar de la revisión que se le habrá hecho al artículo antes de imprimirlo: ¿se habrán estudiado los dichos al interior de este?, ¿comprobado su veracidad?, ¿realizado algún tipo de revisión a nivel técnico, de fuentes, editorial, etc?. Así como se presenta, sólo se ve un artículo traducido e impreso sin haber sido mirado dos veces, lo que va en detrimento a la credibilidad del mismo.

2. De las tres columnas escritas (sumando la tercera al espacio al final de la cuarta), en casi la totalidad de las dos primeras la Dra. Humphries se dedica a establecer su personalidad, lo que ha hecho y a lo que se ha enfrentado. Todo esto es totalmente gratuito: las características de la persona, sean buenas o sean malas, no influyen en lo más mínimo sobre las afirmaciones que se hacen. Sólo la presentación de resultados debidamente obtenidos bajo condiciones experimentales controladas, evidencias y argumentos teóricos basados en conocimientos científicos plenamente establecidos, sirven a la hora de discutir la validez de cierta posición. El hecho que la persona sea simpática, haya sufrido en su vida, o se comporte como un engreído no afecta en lo más mínimo la revisión de lo que esa persona asevera: a la hora de evaluar sus dichos, debemos basarnos en hechos, no en personalidades.

3. Luego indica 6 puntos sobre las vacunas. Y digo indica, porque en ninguna parte explica el porqué realiza esas aseveraciones: ella no provee fuentes, referencias o algo que respalde su afirmaciones. Como expliqué en el punto anterior, las características personales del que las realiza no influyen en absoluto en la validez de los dichos. Pero si no se explican las razones de por qué se afirma lo que se afirma, entonces no nos queda más que desecharlos completamente. O realizar un acto de fe y creerle a la persona por la simple razón de que ella lo dice. Pero bajo esta premisa se puede creer hasta que los elefantes vuelan, sólo porque alguien lo afirma.

4. Por último, se invita a los lectores, en especial profesionales de la salud a buscar "(...) dentro del tópico de las vacunas con una mente abierta (...)". Este llamado es más bien a leer literatura que describe en su mayoría lo malo que resultan las vacunas para las personas, muchas veces sin ningún tipo de base científica real, o sin la debida presentación de pruebas obtenidas mediante experimentos controlados. Y esto, porque "(...) el proceso de revisión por profesionales colegas ha censurado la duda inteligente sobre la seguridad de las vacunas (...)". En otras palabras, según la autora, no se puede confiar en la información existente y transmitida por investigadores y médicos de diferentes áreas del conocimiento y de distintas partes del mundo. Este llamado sólo consigue que la persona obtenga una visión muy sesgada del problema, en especial si no posee conocimientos en el tema.

En conclusión:

No podemos saber de todo, y cuando nos topamos con dudas, en especial referentes a nuestra salud y la de nuestros seres queridos, debemos remitirnos a expertos en la materia: médicos profesionales debidamente calificados e investigadores de áreas pertinentes, como biólogos, microbiólogos, etc. Ellos podrán explicarnos el porqué de la ocurrencia de las enfermedades, qué son las vacunas y cómo funcionan, señalando la base sobre la que se sustentan, comprobada innumerables veces a través del tiempo, desde la época de Edward Jenner.

Es responsabilidad de cada uno de nosotros informarnos debidamente cada vez que surgen este tipo de avisos. Y con debidamente me refiero a recurrir a las personas especializadas en el tema, y ejecutar nuestra propia capacidad de pensar y discernir, de racionalizar las pruebas y evidencias que se nos presentan, las explicaciones dadas y los argumentos hechos.

miércoles, 5 de enero de 2011

Referencias

Algo importante que se debe siempre recordar a la hora de explicar tal y tal cosa a otra persona, es la fuente de nuestra información.

¿Alguna vez intentaron el juego del teléfono cuando pequeños? Consistía en transmitir en cadena, de persona en persona, susurrando, un mensaje. Y por lo general, lo que le llegaba a la última persona nunca era igual al original.

Es natural que la información se desvirtúe en el traspaso, muchos factores afectan la operación: si uno lee algo, toma la información de cierta manera, y luego al querer comunicarlo traspasa lo que se piensa que se entendió. Quizás nuestra explicación no sea la más adecuada ni completa, y ciertos aspectos quedan oscuros, aspectos que podrían ser esenciales. La otra persona toma este mensaje pensando en lo que el otro quiso decir, a la luz del conocimiento que posee, y de lo que efectivamente logró escuchar. Sumemos varias personas diferentes, en diferentes grados de comunicación, ya sea en serie o en forma paralela, y tarde o temprano algo cambia.

Si encontramos una información que queremos entregar, debemos también publicar nuestra fuente, para que los que nos escuchan tengan la posibilidad de leer la información original, y lograr un mejor entendimiento de ella, más cercano a la idea inicial, permitiendo realizar críticas según sus propios conocimientos. Al poder comprobar su origen, también nos cercioramos que lo que leemos o escuchamos es efectivamente lo que dice. Por otro lado, el texto general muchas veces no cita todos los detalles, por problemas de espacio o facilidad de lectura, por lo que citar la fuente es imprescindible para aquellos que quieran o necesiten ahondar más en el tema.

Según este post en VeoVerde, un estudio realizado por Shiming Li concluye que el té "una vez que ha sido procesado y después embotellado suele perder la mayoría de todos los beneficios saludables que presenta cuando uno toma el té directo desde la bolsa a la taza". Luego señala que el estudio comprobó la pérdida de polifenoles en la modalidad embotellada.

Debido a que no tenemos la referencia directa del estudio, no es posible determinar el mérito investigativo y científico del estudio (comprobar las condiciones y parámetros experimentales, la metodología seguida, la rigurosidad con que se realizan los ensayos, los resultados obtenidos y cómo extrae conclusiones a partir de ellos a la luz de la bibliografía presentada). Pero existen ciertas cosas que sí podemos preguntarnos al respecto:

  • La expresión "suele perder" podría significar que pierde absolutamente todo, o sólo una parte (incluso pequeña que puede ser desestimada) de lo que estamos midiendo. Esto muestra la importancia de tener número en la mano a la hora de explicar a qué nos referimos.
  • El "suele" significa que los resultados no siempre resultaron menores, por lo que nos debemos preguntar ¿cuántas veces ocurrió esto? ¿cuál fue el total de muestras analizadas? ¿porqué en algunos casos no ocurrió el efecto esperado? ¿ocurrió en todos los parámetros medidos, o solo en algunos? ¿ocurrió siempre en los mismos parámetros, o hubo una combinación de ellos?. Junto con un análisis estadístico, estas preguntas nos ayudan a revisar los protocolos de análisis y encontrar posibles errores en la metodología o en la realización de los experimentos.
  • ¿A qué se refiere con "beneficios saludables"? Este término resulta ser muy amplio y poco definido, por lo que muchas cosas podrían tener cabida. Es importante saber los beneficios en forma exacta, de manera de poder ser cuantificados.
  • Un párrafo del post hace referencia a los polifenoles, dando a entender que se tratan de la causa de todos los "beneficios saludables" del té. Pero sin el texto original, no puedo saber certeramente que eso fue lo único que se midió en el estudio.. ¿Habrán más parámetros analizados? ¿cuáles fueron los métodos utilizados para medirlos? ¿en qué condiciones?.. ¿en qué se baso el autor para medir ese (y quizás otros)?. La referencia bibliográfica y la exposición del autor sobre el tema cobran importancia.
  • Nuevamente, sin el texto original, no podemos saber las condiciones de las botellas. ¿Cuánto tiempo estuvo el té embotellado? ¿una semana? ¿un mes? ¿un año?... ¿qué tipo de botella, color, material? ¿las condiciones de almacenamiento de las botellas?
  • Si el autor hace sus propias muestras, ¿habrá comparado estos resultados con botellas comerciales?.

La falta de datos y la escasa información que se provee no permite obtener ningún tipo de conclusión: muchas otras observaciones pueden hacerse debido justamente a esto. Quizás el estudio se remite a señalar la oxidación que sufren los polifenoles debido al efecto de la luz al que las botellas pueden estar expuestas, quizás el estudio tiene una pobre metodología y los resultados son inservibles, o puede ser que la observación de la diminución en la concentración de polifenoles no sea parte integral del estudio.

Como sea el estudio, o a lo que nos enfrentemos, siempre debemos ir a la fuente de la información, y citar apropiadamente lo que usamos, para impedir problemas de comunicación, errores propagados, y tener una idea más clara de lo que pasa.