domingo, 25 de julio de 2010

Aspartame V

Prosigo la explicación a diversas afirmaciones realizadas en la presentación sobre el aspartame.

“El aspartame sube los niveles del azúcar de la sangre hasta estar fuera de control”

El aspartame no es un azúcar, y por lo tanto, no puede aportar a los niveles de azúcar en la sangre.

Tampoco provoca una subida de los niveles de azúcar en la sangre, ya que estos niveles están regulados por la ingesta de alimentos y la insulina liberada desde el páncreas. A medida que los carbohidratos en los alimentos son digeridos y llevados a sus compuestos fundamentales (monómeros, principalmente glucosa, que es lo que se encuentra en la sangre), el páncreas libera insulina de manera que las células puedan utilizar la glucosa como fuente de energía. El hecho que el nivel de glucosa, o azúcar, en la sangre aumente, se debe a una enfermedad conocida como diabetes.

El aspartame, o sus componentes, no reacciona con la glucosa, la insulina, o interfiere con los receptores de la célula, para provocar el efecto que se alude.

“Los diabéticos pueden perder la memoria por el hecho de que el ácido aspártico y la fenilalanina son neurotóxicos al no encontrar otros aminoácidos; llega al torrente sanguíneo del cerebro y deteriora las neuronas, ocasionando a los diabéticos, así como a otros pacientes, conductas de ira y violencia”

Es difícil entender a que se refiere con “no encontrar otros aminoácidos”. El ácido aspártico y la fenilalanina son dos aminoácidos esenciales para diferentes procesos llevados a cabo en el cuerpo humano, en la construcción de proteínas, o en diferentes vías metabólicas. No presentan propiedades neurotóxicas, o tóxicas en absoluto. Tal como con los otros aminoácidos, los dos mencionados son consumidos regularmente a través de los alimentos.

“El Dr. Roberts previene que el aspartame puede causar defectos de nacimiento, como retraso mental, si se toma durante el período de concepción y al inicio del embarazo”.

Ya se ha planteado la inocuidad del aspartame previamente. Tomado bajo la dosis diaria recomendada, no posee efecto alguno sobre el cuerpo humano. Dada la masiva presencia del aspartame en diferentes alimentos, se esperaría una mayor cantidad de recién nacidos con problemas si esto realmente sucediera.

En una rápida búsqueda, no se encuentran publicaciones o papers en alguna revista de H.J. Roberts, de manera que sus ideas sean revisadas por sus pares, o sus experimentos llevados a cabo por otros investigadores. Sus observaciones se basan en pacientes propios, y sin consideración a los puntos que entran en conflicto con los conocimientos que ya se tienen, o la ciencia detrás de ellos.

“Según el “American College of Physicians”, estamos lidiando con una plaga de enfermedades neurológicas causadas por un veneno mortal”.

El sitio web del American College of Physicians no posee ninguna descripción parecida sobre el aspartame. Las únicas referencias a este endulzante se realizan en el contexto de que en algunas personas podría desencadenar migrañas, propiedad que también exhibe el alcohol, glutamato monosódico, carnes rojas, entre otros.

Lo que realmente se relata sobre esto en el correo original de 1998, es que personas que asistieron a una conferencia dictada por este Colegio comentaban sobre cómo gente que conocían habían cambiado de sacarina a aspartame, y caído en coma. Esto es la historia de la historia de la historia de un conocido, poco creíble y sin ningún fundamento.

martes, 20 de julio de 2010

Aspartame IV

Prosigo la explicación a diversas afirmaciones realizadas en la presentación sobre el aspartame.

DietCoke y DietPepsi no son productos dietéticos. El congreso establece que te hacen comer más carbohidratos, lo cual te hace engordar”

Las definiciones de productos dietéticos varían de país en país, de acuerdo a los rangos de tolerancia aceptados para el contenido de azúcar en el producto. En general, se considera dietético aquellos productos que poseen un nivel más bajo de calorías que la versión normal, y que no aumentan de la misma forma que él la glicemia (azúcar de la sangre). Los productos diet consiguen esto al reemplazar los azúcares por endulzantes, sintéticos o modificados.

Estos productos no poseen efecto sobre el apetito. Lo que sí puede ocurrir, es que al seguir una dieta estricta en reducción de carbohidratos, se produzca un sobreconsumo de éstos al terminarse, pues las reservas de energía del cuerpo se encontrarán completamente exhaustas, y es necesario reponerlas. (Una de las razones de por qué estas dietas no funcionan).

“El formaldehido se almacena en las células de grasa, especialmente en caderas y muslos. Una vez que dejas de consumir estos productos y sin mucho ejercicio se empieza a botar peso”.

El formaldehido se convierte completamente a ácido fórmico en el hígado, no dejando ningún rastro en el cuerpo. Posteriormente, el ácido fórmico es degradado rápidamente a dióxido de carbono, y eliminado mediante la respiración.

Al evitar un mayor consumo de carbohidratos, los endulzantes reducen la ingesta calórica diaria, que es el efecto contrario al proclamado.

“El aspartame es especialmente peligroso en pacientes diabéticos”

La diabetes es una enfermedad en donde o no se produce insulina (diabetes tipo I), o el cuerpo es resistente al efecto de la insulina (diabetes tipo II). En ambos casos, la concentración del azúcar en la sangre es alta, y consumir alimentos la eleva aún más, razón por la cual las personas diabéticas mantienen un consumo bajo de azúcares (sacarosa, glucosa, fructosa, etc). El aspartame, al no ser un azúcar (está compuesto por dos aminoácidos, no monosacáridos), no puede contribuir a los niveles de azúcar en la sangre, y por lo tanto, no pone en riesgo a las personas diabéticas.

“A veces se diagnostica como retinopatía, cuando en realidad los síntomas son causados por el aspartame”.

La retinopatía es un efecto causado específicamente por la diabetes, causado por cambios en los capilares de la retina. De ser algo causado por el aspartame, podría encontrarse en otras personas de la población.

El aspartame no tiene influencia alguna en la enfermedad pues no reacciona con la insulina, la glucosa, no aumenta el nivel de azúcar en la sangre, o interfiere con los receptores celulares de la insulina.

miércoles, 14 de julio de 2010

Aspartame III

Quiero exponer gran parte de las afirmaciones realizadas en la presentación (en itálica), para luego dar una explicación en cada caso (normal). Debido a la extensión, será necesario repartirlo en varias entradas.

“Cuando la temperatura del endulzante excede los 86 [ºF], el alcohol en el aspartame se convierte en formaldehído (escrito como eformaldahyda en la presentación) y después en ácido fórmico, lo que causa acidosis metabólica”.

El alcohol presente en el aspartame es metanol, el cual al ser metabolizado en el hígado, se transforma en formaldehido, y luego en ácido fórmico. El ácido fórmico causa hipoxia a nivel celular, diferentes problemas metabólicos, entre ellos la acidosis metabólica.

Para esto se requiere de grandes concentraciones, por dos razones: el ácido fórmico es rápidamente eliminado del cuerpo en forma de dióxido de carbono; además, para tener algún efecto sobre el metabolismo, debe competir activamente con los compuestos originales (y si hay mucho más de los compuestos correctos, que es lo que ocurre en el cuerpo, la cantidad de acido fórmico unido a un sitio celular en un momento dado es muy baja para tener un efecto significativo).

La acidosis se presenta en varios problemas, comúnmente en fallas renales, y por el consumo excesivo de alcohol. Esto último es sumamente frecuente, y es conocido generalmente como “resaca”. Debido al proceso de fermentación, todo alcohol posee una pequeña concentración de metanol, por lo que si se ingiere en grandes cantidades, el metanol presente en la sangre se eleva, ocasionando los típicos malestares corporales, y las fuertes jaquecas que lo acompañan.

El consumo de aspartame está limitado por la dosis diaria recomendada de 40 [mg/kg de peso corporal]. Esto es, no tendrá efecto alguno sobre el cuerpo humano bajo esta dosis. Para una persona de 50 [kg], esto significa 2 [g] de aspartame por día, en estado puro, pues las tabletas y los líquidos endulzantes vienen con otros compuestos, por lo que se necesitaría consumir más de 2 [g] de producto para obtener 2 [g] de aspartame. Si por ejemplo, el aspartame representa el 50% de la tableta (y en la realidad, es mucho menos), esto significa consumir 4 [g] de producto por día (unas dos cucharaditas de endulzante... quién haya probado sólo una tableta por si sola, sabe que con dos cucharaditas se puede endulzar mucho). Eso es mucho café. Por esto, no se han reportado acidosis debido al excesivo consumo de aspartame. Si se quiere evitar dañar el cuerpo debido a esto, es mejor dejar de tomar alcohol.

“El ácido fórmico es el veneno para matar hormigas”.

Muy al contrario, el ácido fórmico se encuentra naturalmente en las hormigas como un método de defensa, así como también en el veneno de las abejas. De hecho, el nombre viene del latín formica, que significa hormiga, en referencia a su separación mediante destilación a partir de cuerpos de hormigas.

Además, el aspartame no nació mientras se intentaba hallar un insecticida, sino que fue descubierto casualmente por el químico James S. Schlatter en 1965, mientras desarrollaba una droga para las úlceras. En una prueba que no resultó, encontró un polvo blanco, que al pasarse los dedos casualmente por la boca, lo halló dulce.

“El ácido fórmico causa entre otras cosas esclerosis múltiple. La esclerosis múltiple no es mortal, pero la toxina del metanol sí”.

A pesar de que las causas del la esclerosis múltiple aún permanecen en la oscuridad, no se ha hecho referencia alguna al ácido fórmico como una de ellas, o de alguna otra sustancia. Las sospechas apuntan a orígenes como infecciones, factores ambientales y genéticos.

El metanol no genera toxinas. El metanol en sí es peligroso al encontrarse en altas concentraciones en la sangre, provocando paros respiratorios. En concentraciones menores, se tiene síntomas como visón doble, jaquecas, y hasta inconsciencia. El etanol (alcohol común y silvestre que se consume a diario), posee los mismos síntomas, que se presentan en concentraciones aún más altas que las necesarias para el metanol, llegando a la muerte de la persona si se consume mucho en poco tiempo, pues, en ambos casos, el cuerpo es incapaz de metabolizar todo lo ingerido. En otras palabras, uno no debe fijarse tanto en el compuesto del que se habla, sino también de las concentraciones ingeridas. En cantidades suficientes, hasta el agua resulta mortal.

El correo original de 1998 hace alusión a que los efectos del aspartame reproducen los síntomas de la esclerosis múltiple (y no lo afirmado en la presentación). El aspartame no posee efecto alguno bajo la concentración recomendada. Además, la sintomatología de la esclerosis múltiple es muy variada, y se presenta con diferencias entre paciente y paciente, lo que normalmente dificulta su diagnóstico. Ésta particularidad de la enfermedad la hace también un candidato para que se diga que “cualquier cosa” pueda desencadenarla, pues muchas cosas pueden causar parte de los síntomas de esta (y también de otras) enfermedad. Debe hacerse hincapié en que el hecho que algo cause ciertos síntomas no quiere decir que sea la fuente de alguna enfermedad en particular, debe determinarse también el mecanismo por el cual la origina. En otras palabras, si estornudo, puede deberse a un resfrío, una gripe, bronquitis, tuberculosis, polvo en suspensión, la luz del sol, pelos de gato, diversas alergias.

EDITADO: Gracias a la observación, son 2 [g] de aspartame por día para una persona de 50 [kg].

Asociación Escéptica de Chile

Buscando más información sobre posibles movimientos escépticos en Chile, me encontré con la muy agradable sorpresa que existe ya una asociación en el país, con 74 días de vida hasta el presente: la Asociación Escéptica de Chile, fundado por Bayo, Crystian Sánchez, y Fernando Frías.

En sus palabras, es una “asociación dedicada al fomento de la ciencia y la razón para la refutación de las afirmaciones irracionales”, “dedicada a la difusión de la ciencia y el pensamiento crítico de la sociedad, como respuesta a la eclosión de las afirmaciones pseudocientíficas y sobrenaturales para explicar el mundo”.

Junto a los fundadores, varios colaboradores participan también en las publicaciones realizadas en su sitio web, y en los comentarios que cada una de ellas genera. Estas publicaciones se realizan a la luz de lo que ocurre actualmente en Chile en temas de pseudociencias y escepticismo, llevándolos a la realidad que vivimos día a día.

Un punto que personalmente me llamó la atención es el hecho que el lenguaje utilizado no es agresivo, sino informativo, dispuestos a llegar a todo el que quiera escuchar y aprender, blandiendo la razón, el cuestionamiento, y argumentos fundamentados en los diferentes temas que tocan, sin realizar ataques personales de ningún tipo. Creo que ésta es la actitud apropiada para enfrentar a las personas, tanto las que quieren aprender, las que no comprenden cómo trabaja la ciencia, o lo que significa, y las que desean aprovecharse de esta falta de comprensión.

Los invito a revisar diariamente su sitio web, pues siempre hay algo nuevo que leer, que aprender, y dejar sus comentarios o preguntas.

Éste es un gran paso adelante. Felicidades.

martes, 13 de julio de 2010

Aspartame II

Recibí hace unos días una presentación realizada en Microsoft PowerPoint, en donde se mencionan supuestos peligros en el consumo del aspartame, como endulzante en diferentes alimentos y bebidas. La mayor parte de la historia se basa en un familiar de la persona que escribe (y no hay cómo saber la veracidad de esta historia, para partir), la cual ve deteriorarse su salud en el tiempo, pasando por diversos síntomas físicos y mentales. Acudiendo a varios doctores, sin conseguir una respuesta definitiva, asume el fin de su vida. En un último viaje, deja de consumir bebidas gaseosas, y poco a poco van despareciendo sus síntomas, hasta lograr una recuperación total. Luego, la presentación se aboca a mencionar una serie de afirmaciones sobre el aspartame y sus peligros, con imágenes sugerentes, y música de la ópera Carmen, que termina de componer la atmósfera de tragedia y urgencia en el tema.

La historia en sí no es comprobable, y aunque varias veces hace alusión a que “muchos pasan por lo mismo”, ninguna de ellas es verificable tampoco. La constante repetición termina dejando la sensación en el observador que esto es algo que realmente ocurre, sin haber ofrecido ninguna prueba al respecto. Por otro lado, asumiendo que lo ocurrido a la persona es cierto, tampoco ofrece una explicación entre la posible conexión de su padecimiento, y el consumo de aspartame. Sólo se menciona que simplemente dejo de consumir bebidas gaseosas con este compuesto, a insistencia del que escribe, y se recuperó. Esto no es una explicación de lo ocurrido: es asumir que porque se hizo algo, y luego hubo un efecto, fue la primera acción la responsable. Muchas veces esta concepción es errónea, y es la razón por la cual se deben hacer pruebas experimentales para comprobar el hecho.

La razón por la cual al autor le dice a su familiar que deje de consumir bebidas gaseosas, es debido a un correo recibido sobre el aspartame. Originalmente, éste correo se originó en el año 1998, como una cadena, llamando la atención sobre lo que escribía, y pidiendo que se difunda entre los contactos. El tenor de la carta es el mismo que muestra la presentación: alarmista, con muchos errores de concepto, demostrando una pobre comprensión de los problemas a los que alude, y terminando con un ataque a las supuestas conspiraciones realizadas por la industria farmacéutica, las cuales, por ser un tema popularmente aceptado entre las personas, el autor no necesita demostrar lo que afirma para convencer al lector, y ante los ojos de éste último, esto también le confiere validez al documento, aunque totalmente indebida.

Una presentación de este correo en su forma original puede ser encontrado en Urban Legends: Aspartame Warning. (Contenido en inglés).

Se presentan luego una serie de afirmaciones basadas en este correo, muchas de las cuales están mal traducidas, utilizadas fuera del contexto original, con errores en la percepción de la idea principal, mencionadas en forma vaga e irregular, o en una combinación de estos problemas. Tal como en el correo original, se basan en una pobre comprensión sobre los problemas que se hablan, falta de búsqueda de información en lugares pertinentes (como los sitios de la FDA, Food and Drug Administration; EPA, Environmental Protection Agency, de los cuales se hacen referencia en las afirmaciones, pero no se comprueban in-situ), asociaciones exóticas entre efectos y su causa, sin ningún tipo de estudio, o profundización en el tema; y por sobre todo, una enorme cantidad alusiones, dichos, hechos completamente falsos, pero presentados de tal manera que uno no puede dejar de pensar en un posible intento de embaucar al lector atemorizándolo con lo que se presenta, escribe y escucha.

Y esto es la otra parte de la presentación: imágenes y música. La utilización de imágenes altamente sugerentes que muestran, según el caso, sentimientos de desesperación, urgencia y miedo cuando se trata de poner énfasis en los problemas del aspartame, y de felicidad y liberación cuando se refiere a lo contrario. La música, que se repite sin cesar, aumenta la estimulación y la percepción de que se trata de algo sumamente crítico para la vida.

La sugestión creada en el lector lo hace más fácil de aceptar las afirmaciones dadas sin mucho cuestionamiento, pues se crea la atmósfera para ellos, un pequeño mundo donde resulta creíble lo escrito. Frases pequeñas, letras grandes, exclamaciones, utilización de mensajes de apremio, hacen de todo una lectura que lleva a hacerla rápida, sin permitir tiempo para la meditación del contenido.

El texto alude a los temores naturales de toda persona, que se ven revividos con cada problema en los productos manufacturados por el hombre, ya sea un alimento, un medicamento, una máquina, una tecnología. Se debe resistir este paso, y enfrentar críticamente la información que se plantea, pues el caer en este tipo de cosas y propagarla sólo aumenta el caos en la información que se tiene, llevando a ideas erradas, y acciones tomadas por desinformación. Es nuestra responsabilidad mantener acotadas las voces alarmistas sin fundamento, y aportar a la buena estructuración de la sociedad humana en que vivimos.

domingo, 11 de julio de 2010

Aspartame I

El aspartame es un compuesto que posee propiedades endulzantes. Está hecho a partir de dos aminoácidos (moléculas fundamentales de las proteínas): ácido aspártico y fenilalanina, junto con una molécula de metanol, tomando la siguiente configuración:

La molécula de metanol pierde un hidrógeno al combinarse con la fenilalanina, conviertiéndose en el radical metil, formando un éster, y la fenilalanina pierde un hidrógeno unido a su nitrógeno, para combinarse con el ácido aspártico. En las condiciones generadas por la digestión en el ser humano, ésta molécula se rompe en sus partes constituyentes.

El aspartame fue descubierto por James S. Schlatter en 1965, mientras buscaba sintetizar un medicamento que permitiera combatir las úlceras. Al probar accidentalmente el polvo blanco en uno de sus experimentos, notó que era dulce. El aspartame tiene una capacidad endulzante entre 160 y 200 veces la del azúcar, y actualmente se le usa como endulzante sintético en diferentes productos alimenticios. Al igual que otros endulzantes, la sensación de dulzura del aspartame difiere ligeramente del azúcar, siendo ésta una consideración, entre otras, a la hora de elegir un endulzante para un producto determinado.

Dado su bajo aporte calórico (que en las pequeñas cantidades usadas es prácticamente cero) lo hace un producto utilizado en dietas para control de peso, y productos diet. Existen restricciones debido a la estabilidad del compuesto: en productos horneados, la temperatura lo descompone en sus partes, perdiendo la capacidad endulzante; en productos de baja actividad de agua, como bebidas en polvo, puede sufrir reacciones de maillard. En éstos casos, puede sustituirse con otros productos endulzantes cuya estabilidad sea mayor en las condiciones dadas.

El hecho de que ésta molécula no esté basado en monómeros de glucosa (un tipo de azúcar), permite su uso por personas que sufren de diabetes, ya que no genera un aumento de la glicemia en la sangre.

Las personas con la condición de fenilcetonuria no deben consumir productos que utilizan el aspartame como endulzante, debido a la presencia de fenilalanina. La fenilcetonuria es una enfermedad heredada genéticamente, que impide la producción de dos enzimas, las que convierten la fenilalanina en tirosina. La acumulación del primer aminoácido genera problemas tanto físicos como mentales. La prueba por fenilcetonuria se realiza a todo recién nacido, y controlado debidamente, no existe mayor problema.